En la ciudad de Lima, la Junta de Notables se reunió el 12 de marzo de 1881 y eligieron al arequipeño Don Francisco García Calderón como Presidente Provisional de la República, dándole el encargo de negociar la paz con Chile. El 18 de marzo de ese mismo año, se estableció un gobierno provisorio a cargo de García Calderón (llamado El Gobierno de la Magdalena), el cual se instaló en la Villa de la Magdalena Vieja, ubicado en el antiguo palacio del virrey Pezuela, hoy la casona del actual Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú en el Distrito de Pueblo Libre. Este gobierno fue muy cuestionado, pues se le acusó de haber sido impuesto por los chilenos. Así, Piérola, junto con algunos jefes militares, no reconocieron la autoridad de García Calderón y surgió una lamentable pugna política en medio del escenario bélico. García   Calderón   aplico   una   nueva    política económica para cumplir con los cupos de guerra impuesto por las fuerzas de ocupación chilenas, dentro de las cuales solo en Lima estaba en pagar el cupo de 1´000,000 de soles mensuales.

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La Ley del 7 de marzo decretada por el Presidente Miguel Iglesias, consideraba a los billetes ordenados por García Calderón como una “Emisión Clandestina”, para esto el 2 de Junio de 1885 el Presidente Iglesias ordenó resellar y perforar los billetes de 5 y 500 Soles, para distinguirlos de los billetes que estaban en circulación y para que fuesen considerados como “Vales de Aduana”, que eran parte de la Emisión Clandestina que habían servido para pagar a los acreedores de deuda interna.

 

Estos vales servían los tenedores de estos billetes para pagar en las aduanas de la república el 10% del derecho adicional, estos billetes eran resellados y perforados, llevando un sello oval que indicaba JUNTA DE INCINERACIÓN – CONFORME AL DECRETO DEL 2 DE JUNIO DE 1885 – ADMISIBLE EN LAS ADUANAS, cada mes se debía incinerar el total de los billetes ingresados en las oficinas de aduanas.

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